Ya hemos llegado lo más al sur que llegaremos en nuestro viaje, estamos en el golfo de Méjico, al sur del estado de Texas a no muchas millas de la frontera mejicana. A partir de ahora será ir subiendo hacia el norte, hacia Nueva York, de regreso a España.
Ya
llevamos 3 días en Corpus Christi, una ciudad de tamaño mediano (250.000 habitantes)
situada como digo en la costa del Golfo de Méjico, en el sur de Texas. Es la
ciudad donde vive parte de la familia de Estefi, sus tíos y sus primos. Y donde
Estefi estuvo viviendo y trabajando durante unos meses, y de la que tanto y tan
bien me ha hablado. Hemos pasado 3 días geniales, la verdad. Nos hemos reído,
hemos visitado la zona, he conocido a toda la familia, he podido convivir con
gente increíble… en definitiva, he estado como en casa. No puedo decir otra
cosa, nos han tratado genial!!!
Ha
sido una experiencia inolvidable poder convivir con gente de aquí y que encima
sean familia de Estefi. Además tienen una curiosa mezcla entre España y EEUU:
Por sus venas corre sangre española, que viene desde las verdes montañas asturianas,
y también tienen algo de sangre venezolana. Y llevan, por supuesto, Estados
unidos en su corazón y argentina siempre en la memoria.
Vamos
con la ciudad:
Corpus
Christi es completamente diferente a cómo me había imaginado. Tienen un precioso
y larguísimo paseo marítimo por el que paseamos el primer día con la prima de
Estefi, Jessica, y sus dos hijos. Tiene zonas verdes y altísimas palmeras. Las Playas
son de arena fina y blanca, donde la gente hace todo tipo de deporte, y aunque
el agua no está muy clara y se ven al fondo las refinerías de petróleo, son
unas playas muy agradables.
El
“Downtown” de la ciudad está formado por varios altos edificios, algunos museos
y como no, por el larguísimo, bonito y metálico puente que comunica la ciudad
con el norte, con la pequeña “Portland”.
Justo
en frente del paseo marítimo hay atracado un enorme portaviones que a
día de hoy sirve de exposición, aunque también parece que se utilizó para rodar
la película de “Pearl Harbour”.
Hemos
podido disfrutar más o menos del “día a día” americano. Sus sabrosas y enormes comidas y
sus horarios atípicos que ya conocíamos de las películas: Se levantan pronto,
desayunan fuerte, la comida muy ligera (si es que se come) y la cena muy fuerte
hacia las 6 o 7 de la tarde. Que luego a media noche me entra un hambre que “pá
qué”…
Al
final yo he hecho una mezcla de España y EEUU, a saber: desayuno bien, como
siempre la comida a la hora más o menos
española y ceno con ellos igual de fuerte a las 6 o a las 7 de la tarde… total, que voy a
tener que ponerme las pilas para ponerme de nuevo en forma a la vuelta de
España. (Menos mal que pasamos más de un mes de camping y a base de
ensaladas, que si no…)
También
hemos descubierto la cultura del coche, como ya hablé en otras entradas. Aquí
NADIE va a ningún sitio andando, todo está adaptado para que puedas hacer
cualquier cosa desde el coche o en el coche. También hemos descubierto la
cultura americana del “Shoping”, donde puedes ir a cualquier hora a comprar lo
que necesites, lo que sea, siempre hay algo abierto. Eso sí, no te olvides de
la “rebequita”, que si no se congela uno con el aire acondicionado de los centros
comerciales… En
definitiva, nos hemos sentido "de aquí" durante estos días.
Hoy
hemos ido a pasear y a descubrir el “National Seashore” de “Padre Island”. Un
parque que está bajo la “tutela” de los Rangers de los parques nacionales. Se trata
de un precioso y larguísimo istmo situado en paralelo con la costa del golfo de
Méjico y en la que hay enormes y larguísimas playas, donde entre otras cosas, ponen
huevos las enormes tortugas marinas.
Un
sitio realmente bonito.
Típico símbolo tejano llamado "Longhorn", debido a una raza de vacas autóctona. |
Para
volver a Corpus hemos cogido el Ferry y nos han acompañado justo al lado del
barco una pareja de delfines, como ya nos había advertido Nury, la tía de Estefi,
ya que efectivamente suele pasar y se les suele ver saltando al lado del barco.
Finalmente, para despedirnos de esta ciudad y de esta maravillosa gente, nada mejor que
una cena en familia y una foto para el recuerdo…
Gracias Euge por seguir el viaje.
ResponderEliminarA la vuelta hablamos y te enseñamos fotos.
1 beso.